Las propiedades curativas de la melissa son valoradas en todo el mundo. La melissa en la medicina es conocida como una planta medicinal altamente efectiva para trastornos nerviosos, baja acidez, toxicidad durante el embarazo y muchas otras enfermedades.
Las jugosas hojas jóvenes de melissa, gracias a su
composición química
, normalizan el ritmo cardíaco, reducen la presión arterial, alivian los ataques de asma y la taquicardia. El té de melissa ayuda a conciliar el sueño, alivia el dolor de cabeza causado por espasmos vasculares o alta presión, y mejora el estado de ánimo en casos de depresión.
El jugo puro de las hojas de melissa normaliza la función gastrointestinal, elimina la hinchazón, tiene un leve efecto laxante, limpia los forúnculos y úlceras, y alivia el dolor en casos de artritis, gota y reumatismo.
Recetas:
Infusión de melissa. Verter 3 cucharaditas de hojas secas en un vaso de agua hirviendo y dejar reposar durante 15 minutos. Beber antes de dormir para combatir el insomnio. Baja la presión arterial de manera significativa, los hipotónicos deben usar con precaución.
Baños con melissa: Hervir 100 gramos de hojas de melissa en 3 litros de agua. Verter en la bañera. Estos baños tratan los neurosis.
La miel de melissa es un producto extraordinariamente sabroso y beneficioso, pero es muy difícil para las abejas recolectar néctar de melissa debido a la forma de la flor.
El aceite esencial de melissa tiene un aroma muy intenso, por lo que debe usarse en lámparas de aromaterapia en dosis mínimas. Este aceite se puede utilizar para acondicionar la ropa, dándole un aroma ligero y cítrico.
Se puede cultivar melissa en una maceta en el alféizar de la ventana.
