Adoro la lavanda… No es de extrañar que haya escrito tantas artículos sobre ella. Las propiedades extraordinarias y los beneficios de la lavanda son indiscutibles, y sus posibilidades de uso no tienen límites. Hablo de la lavanda con tanto entusiasmo porque la utilizo casi a diario: en cremas y lociones caseras (agrego aceite de lavanda), preparo té y la añado en productos horneados.
La lavanda en maceta crece excelentemente en un alféizar soleado y en el balcón.
En los jardines sagrados de Tebas, los egipcios cultivaban espigas indias, que los romanos llamaban lavanda. La popularidad de la lavanda no solo radica en su aroma, sino que la composición de su aceite esencial y sus hojas es riquísima.
Composición química de la lavanda
- Ácido valeriánico - se utiliza para la producción de validol, bromural y medicamentos sedantes y analgésicos, así como para la preparación de esencias frutales.
- Ácido caproico - tiene un efecto hemostático y antiinflamatorio.
- Cineol - componente del aceite esencial, agente antiséptico y expectorante, componente aromático de aceites esenciales sintéticos, tiene un aroma a alcanfor.
- Geraniol - sustancia aromática con olor a rosa.
- Borneol - sustancia aromática, componente de composiciones perfumadas.
- Tanino - sustancia tisular que protege la planta de plagas, se utiliza en medicina como antídoto, antidiarreico y ant hemorroidal.
- Resinas
- Ácido ursólico - ayuda en la atrofia muscular, reduce la cantidad de grasa en los tejidos, glucosa en sangre, colesterol y triglicéridos.
- Coumarin - sustancia aromática.
- Gerniarina - derivado de la cumarina, sustancia aromática.
- Alcohol amílico - sustancia aromática.
- Citral - sustancia aromática ideal para cremas y lociones, antiséptico y antiinflamatorio, reduce la presión arterial.
- Lavandulol - componente de composiciones perfumadas.
La lavanda es muy valorada en medicina . Se aprecia especialmente el aceite esencial de lavanda. Posee efectos bactericidas, calmantes, cicatrizantes y antisépticos. Los baños con flores de lavanda relajan y calman los nervios, favorecen un buen sueño, además de tratar las articulaciones. El aroma de la lavanda ahuyenta a los mosquitos. Si se diluyen unas gotas de aceite esencial de lavanda en cualquier aceite base cosmético, esta solución cura heridas y disuelve cicatrices. Las inhalaciones con lavanda ayudan a los pulmones y la garganta a combatir infecciones.