Al iniciarse en la jardinería desde cero, los errores y pérdidas son inevitables. Cada principiante necesita tiempo para aprender a cultivar a partir de semillas. Hay problemas típicos al cultivar plántulas a los que casi todos se enfrentan. Vamos a analizar estos problemas y sus soluciones.
Las semillas no germinan
Hay varias razones por las que las semillas no brotan:
Demasiado frío. Cada planta tiene sus propias exigencias de temperatura para germinar, pero la mayoría de los cultivos prefieren entre 18°C y 24°C. Puedes aumentar la temperatura del sustrato con iluminación adicional colocada cerca de los contenedores o con alfombrillas térmicas especiales.
Riego inadecuado. El suelo demasiado húmedo provoca pudrición y moho, mientras que la falta de humedad impide la germinación. El riego con pulverizador y un domo de retención de humedad funcionan bien juntos: el suelo se humedece de manera uniforme y moderada, y la humedad no se evapora demasiado rápido. No olvides ventilar y retira a tiempo el domo: hazlo en cuanto aparezcan las primeras hojas verdaderas. Desde ese momento, la planta empieza el proceso de fotosíntesis.
Siembra demasiado profunda. La profundidad de siembra siempre está indicada en el paquete de semillas y debe seguirse. La mayoría de las semillas necesitan solo una capa ligera de perlita encima, y algunas plantas germinan directamente gracias a la luz ultravioleta. Infórmate sobre las necesidades de tus cultivos antes de sembrar y todo irá bien.
Semillas viejas. Con cada temporada que pasa, las semillas pierden capacidad de germinación. Guardarlas en un lugar cálido y húmedo también reduce su duración. Yo “conservo” mis semillas en frascos con tapa de rosca y las almaceno en el refrigerador.
Los brotes se mueren rápidamente
Las principales razones para la muerte de los brotes jóvenes son el exceso de agua y el uso de un suelo denso (contenedores demasiado grandes). Se puede minimizar el riesgo de excesos de agua regando desde la base, pero es importante retirar los contenedores del agua y desechar el exceso de la bandeja unos minutos después de regar. No dejes que las plántulas permanezcan en agua.
Usa una mezcla estéril para iniciar las plántulas: esto aumenta significativamente las probabilidades de supervivencia y las protege de posibles enfermedades fúngicas presentes en el suelo del jardín. Antes de cada siembra, desinfecta las bandejas, los contenedores y las herramientas de jardinería.
Ventila el espacio donde crecen las plántulas. Esto es tanto un proceso de endurecimiento como una medida para prevenir el moho.
Las plántulas están saludables, pero crecen lentamente
Por lo general, el problema radica en temperaturas bajas, exceso de agua o falta de nutrientes. El suelo demasiado húmedo impide que llegue oxígeno a las raíces de las plantas. Si hubo exceso de agua y, aun después de secarse, las plantas se marchitan o amarillean, utiliza agua oxigenada . Hay quienes recomiendan espolvorear el suelo con canela para prevenir la enfermedad conocida como “damping-off” (ahogamiento), pero todavía no he investigado este tema en profundidad. Me preocupa que al mojarse, la canela se vuelva pegajosa y asfixie la planta. Es algo que tengo pendiente de investigar.
La falta de nutrientes comienza a notarse después de la aparición de las hojas verdaderas en las plántulas. En ese momento, es recomendable fertilizarlas .
Las plántulas se estiran y se afinan
Esto se debe a la falta de luz y al hacinamiento de las plantas en la bandeja. Tal vez ya sea hora de aclarar las plántulas. Gira las bandejas dos veces al día, incluso si usas iluminación adicional. Aprovecha los días soleados para sacar las plántulas al exterior, así las endureces y cada planta puede recibir su dosis de luz ultravioleta. El tiempo óptimo de iluminación para las plántulas es de 15 a 18 horas al día.
Las plántulas han superado el tamaño de los contenedores
La siembra demasiado temprana, especialmente con buen cuidado e iluminación adicional, es un error común y grave. El problema es que, al entrar en contacto con las paredes de los contenedores, las raíces envían señales a la planta para que detenga su crecimiento, lo que resulta en una menor producción. Las plántulas que han crecido demasiado se debilitan y soportan mal el trasplante al suelo. Consulta el calendario climático con predicciones de las últimas heladas y, en función de esa fecha, siembra un poco más tarde para evitar sorpresas por el frío y para que las plantas no “salten” de los contenedores.
Demasiadas variedades en una temporada
Es muy difícil resistirse a este impulso, especialmente en los primeros años de jardinería. Quieres cultivar de todo: tomates amarillos, tomates morados, cherry, acelga, todos los tipos de pimientos… Pero es mejor comenzar con variedades sencillas y probadas; no te apresures a experimentar con exóticos, ya que tendrás muy poco tiempo, especialmente si eres principiante.
Etiquetas para semillas y plántulas
Al principio, todas las plantas se ven iguales. Es imprescindible etiquetar los contenedores de la manera que te resulte más conveniente desde el momento de la siembra.
El mayor error es comenzar un proyecto sin saber si tendrás suficiente tiempo y energía para cuidar el jardín. Un huerto debe brindar alegría y una carga moderada, que beneficie tu salud. No te impongas una tarea abrumadora que perjudique tu estado emocional y físico; sé moderado en tus planes y en su implementación.
