Resultó ser una maceta-taza. En casa hay un montón de tazas inútiles de formas, tamaños y diseños dudosos. Desde hace tiempo imagino un cactus o suculenta en ellas, pero no tenía la plantita para sembrar.
Compré un pequeño Aloe Ferox: el ejemplar perfecto para plantar en la tacita. Decoré una taza de café blanca con círculos tejidos a ganchillo y los pegué con pegamento de goma. Trabajo de una hora, y el resultado es muy lindo y gratis))
Maceta-taza
Un detalle: no tiene orificio de drenaje. Pero si tienes un taladro y una broca especial para cerámica, ¡cualquier placa, taza o recipiente para salsas se puede convertir en maceta!
