La palabra “salvia” proviene del latín salvere, que significa curación, bienestar. La salvia ha sido conocida en la medicina durante varios milenios.
Tratamiento con salvia. La salvia es una fuente muy valiosa de aceite esencial, que contiene más de 350 componentes aromáticos, lo que la hace comparable incluso con la vainilla.
El té de salvia tiene la propiedad de estimular la actividad mental y agudizar los sentidos, siendo útil antes de exámenes, reuniones importantes o la toma de decisiones. El té de salvia contiene antioxidantes, enzimas y hormonas vegetales.
Inhalar aceite esencial de salvia es beneficioso para el tono de los capilares y vasos sanguíneos, mejorando la microcirculación en los vasos del cerebro. Las inhalaciones y lámparas de aroma con salvia combaten la arteriosclerosis, fortalecen las paredes de los vasos, alivian dolores de cabeza relacionados con distonía vegetovascular y ayudan a abordar las secuelas de un derrame cerebral.
El uso de la salvia en odontología es conocido por muchos: sus propiedades bactericidas son más potentes que las de la manzanilla, la corteza de roble o el mirto. Es mucho más efectiva que el furacilina y la cloramina. Los enjuagues con infusión de salvia tratan la estomatitis y la periodontitis, además de combatir eficazmente el mal aliento.
Médicos de la antigua Roma trataban la infertilidad con abstinencia prolongada y la ingesta de té de salvia. Esto tiene sentido, ya que en la composición de la salvia se combinan provitaminas del grupo B y factores PP, que actúan como estrógenos. Por eso, la salvia regula el ciclo menstrual y, si es necesario, detiene suavemente la lactancia.
El lavado vaginal con salvia es eficaz en casos de candidiasis y vaginitis; para ello se utiliza una infusión de salvia.
El té de salvia y las inhalaciones son muy útiles en casos de resfriados, gripe, bronquitis, asma y tuberculosis, debido a sus propiedades bactericidas e inmunomoduladoras.
Otra de las propiedades destacadas de la salvia es su capacidad para tratar el colon irritable, aliviar la flatulencia y mejorar el funcionamiento del hígado y la vesícula biliar.
Lavar el rostro con salvia es muy beneficioso para quienes tienen piel grasa, con poros dilatados e inflamaciones.
De manera externa, la salvia se utiliza para tratar úlceras, heridas purulentas, congelaciones y quemaduras en forma de compresas. Alivia el dolor asociado con la gota. La salvia también es eficaz en casos de artritis, osteocondrosis, pie plano y miositis; en estos casos se recomienda realizar masajes con aceite de salvia.
El aroma del aceite esencial de salvia combate el estrés y la fatiga, fortalece los nervios e incluso trata la depresión clínica. Además, purifica y desodoriza el aire.
Debido a que la salvia activa la producción de hormonas, no se recomienda su uso durante el embarazo ni antes de dormir, ya que estimula la actividad mental.
