Cada mujer que cuenta calorías conoce la Stevia. Cultivar stevia a partir de semillas es posible en una maceta, y sus hojas te proporcionarán extracto para toda la familia. El extracto de stevia se puede preparar en casa, pero primero necesitas cultivar un buen arbusto.
Originaria de América, esta planta ha conquistado el mundo entero como fuente de azúcar sin carbohidratos. Imagina esto: 1 kg de hoja seca es tan dulce como 30 kg de azúcar, con un contenido calórico de tan solo 18 kcal por cada 100 gramos.
Semillas de stevia
¿El sabor de la stevia difiere del azúcar? Para mi gusto, sí, pero en un buen sentido.
Cómo cultivar stevia a partir de semillas
- La germinación de las semillas de stevia no es muy alta: germinan aproximadamente entre el 20% y el 80% de las semillas. La reproducción por esquejes es más productiva, pero no he logrado conseguir una ramita de stevia.
- Las semillas negras germinan mejor que las marrones.
- Es mejor germinar las semillas en pequeños recipientes.
- Coloca 3-4 semillas en un sustrato húmedo, cúbrelas con una fina capa de tierra o vermiculita. Rocía la capa superior con agua.
- Cubre con un plástico transparente y mantén una temperatura de 23-25 grados.
- Si les proporcionas luz artificial 24 horas al día y luego 15 horas de iluminación durante las primeras 3 semanas después de la siembra, aumentarás las posibilidades de éxito.
- Las semillas deberían germinar entre 7 y 14 días.
- Una vez que los brotes surjan, retira el plástico.
- Al principio, hasta que aparezcan 4-6 hojas verdaderas, riega desde la base o rocíalos suavemente cada 3 días.
- Después de 8-10 semanas, puedes trasplantar las plantas a macetas.
Proporciona un lugar cálido y ligeramente sombreado para los delicados brotes. La stevia se puede germinar en vasitos especiales de fibra de coco, turba o incluso en cáscaras de huevo, que puedes enterrar directamente en la maceta cuando los brotes se fortalezcan.
La maceta para la stevia debe tener al menos dos litros de capacidad para un arbusto adulto, pero puedes trasplantarla a medida que crezca. Coloca una capa de arcilla expandida en el fondo, luego una capa de arena y finalmente sustrato nutritivo.
Riego - He leído recomendaciones de regar con agua hervida, pero sabemos que esa agua está “muerta” y, aparte de H2O, no aporta nutrientes a la planta. Por eso, prefiero regar mis plantas con agua reposada y enriquecida con cáscara de huevo (aunque tiene un ligero olor durante el riego). Riega abundantemente, pero no todos los días; asegúrate de que no se acumule agua en la maceta.
Elige un lugar soleado y cálido para tu stevia: una ventana orientada al sur o suroeste es ideal. La cantidad de luz y calor afecta directamente cuán dulces serán sus hojas. Un secreto para tener una stevia exuberante en la maceta es rociarla diariamente.
Después de 3-4 meses, la stevia estará lista para formarse como arbusto. Corta los brotes largos dejando yemas y tres o cuatro pares de hojas. La poda es recomendable cada seis meses.
En invierno, sin iluminación adicional, la stevia se secará y entrará en estado de reposo. Antes de que esto suceda, corta las hojas y coloca la planta en un lugar fresco. Riega ligeramente el sustrato de la planta dormida de vez en cuando. Con los primeros rayos de sol, coloca nuevamente la stevia en el alféizar de la ventana. Requiere fertilización dos veces al mes.
Cuando llegue el momento de trasplantar, ten cuidado: sus raíces son muy delicadas y no se recuperan fácilmente. Cosecha las hojas al inicio de la floración, ya que es entonces cuando la concentración de esteviósido, minerales y vitaminas es más alta. La stevia tiene una serie de propiedades únicas .
