Siempre pensé que cultivar hongos era algo sobrenatural. Creía que para ello eran absolutamente necesarios sótanos oscuros y profundos, protección respiratoria, y algún tipo de sustratos especiales. Resultó ser mucho más sencillo e interesante. Para empezar, quiero compartir contigo 10 razones por las cuales deberías cultivar tus propios hongos.
Hongos cultivados en casa, en cestas de ropa
10 razones para cultivar hongos
- Es interesante cultivar hongos. Si disfrutas creando maravillas con tus propias manos, cultivar hongos es para ti. Cuando tus hongos producen su primera cosecha, experimentarás una satisfacción incomparable.
- Es una experiencia nueva. Cultivar hongos te llevará a aprender muchas cosas nuevas, adquirir habilidades y obtener una experiencia interesante. Además, esta actividad puede compartirse con los niños, ayudándoles a comprender el papel de los hongos en el ecosistema, conocer su ciclo de vida e incluso disfrutar un poco más de la belleza de la vida. Observar pequeños milagros es algo importante.
- Serás más autosuficiente. Cultivando tus propios hongos ya no será necesario comprarlos. Sobre todo porque en los supermercados generalmente solo encontramos setas ostra y champiñones, mientras que la variedad de micelios disponibles en tiendas especializadas es impresionante. ¡Por fin podrás dejar de mirar con ojos de deseo los shiitake secos del mercado!
- Cultivarlos por tu cuenta es económico. Claro, al principio tendrás que comprar micelio un par de veces, pero después aprenderás a reproducir tus propias colonias. Paja, cartón, bolsas… todo esto es mucho más barato que comprar hongos en las tiendas.
- Los hongos son una parte extraordinaria de la naturaleza viva. La diversidad del mundo de los hongos es sorprendente. Son únicos, desde los reishi rosa hasta las comunes setas grises ostra. Simplemente disfruta del milagro de verlos crecer en tu propio balcón o terraza.
- Descubre nuevos sabores. Cuando tengas tus propios hongos, realizarás descubrimientos culinarios para aprovechar tus cosechas. ¡Después de cultivar tu primer saco, no podrás detenerte!
- Posibilidad de reutilizar residuos. En lugar de quemar los troncos tras la poda o mantenimiento de tu jardín, puedes utilizarlos para cultivar hongos. También es posible hacer lo mismo con papel, cartón, bandejas de huevos, restos de café molido y hojas de té: todos estos materiales son excelentes biocompuestos para cultivar hongos comestibles.
- Conoce a personas con intereses similares. Cuando cultivar hongos se convierta en tu pasión, las personas que te rodean inevitablemente se interesarán por tus actividades. Comparte tus nuevos conocimientos y haz nuevos amigos.
- Los hongos caseros son mejores que los comprados. No solo superan a los del supermercado en sabor, sino también en frescura. Cuanto más tiempo está un hongo en el estante, menos vitaminas y nutrientes conserva. Dado que, por ejemplo, las setas ostra frescas se recomiendan consumir crudas, las setas ostra del supermercado difícilmente me inspiran confianza para seguir esta recomendación. Además, no utilizamos fungicidas, pesticidas ni fertilizantes químicos que los hongos, como esponjas, pueden absorber.
- Los hongos nos enseñan a ser más conscientes del mundo que nos rodea. Una vez que cultives tu primer hongo, comenzarás a notarlos más a menudo en su entorno natural. Los hongos son fascinantes, y habrás aprendido mucho más sobre ellos.
Con este artículo motivacional inicio una serie de escritos sobre el cultivo de hongos en casa.