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Malas hierbas comestibles. LEBEDA

Lebeda. Esta mala hierba comestible es tan omnipresente como el diente de león. Sin embargo, nunca habría pensado que se puede comer. En el proceso de preparación del artículo, descubrí por parte de mi abuela de 80 años que precisamente la lebeda salvó a los niños durante el hambriento periodo de posguerra.

Lebeda

Aún se produce un costoso suplemento dietético a partir de ella: un potente medio vitamínico de hojas de planta molidas, en cápsulas de gelatina. Tenemos la oportunidad de comer lebeda fresca de forma gratuita, pero la ventaja de la forma encapsulada radica en una sola cosa: la materia prima se limpia del ácido oxálico, que puede acumularse en las articulaciones y provocar gota, además los riñones no la filtran bien. Pero, adelantándome, diré que se puede neutralizar el ácido oxálico con jugo de limón o mediante tratamiento térmico.

Marya blanca

Como siempre, me resulta difícil mantener la coherencia en la narración cuando estoy impresionada. Trataré de corregirlo. Así que, Marya Blanca, o lebeda. La Marya blanca es una mala hierba conocida en todo el mundo. Se reconoce en jardines, campos, patios y huertos. La lebeda pertenece a la familia de las remolachas, espinacas y acelgas. Los pueblos indígenas de América del Norte y del Sur la comieron durante las épocas preglaciares y postglaciares, y hoy en día se consume en Japón, África, Europa y América: la mala hierba más cosmopolita del mundo. La planta ha perdido su prestigio solo porque se convirtió en un excelente alimento para animales domésticos, y servir una ensalada con lebeda se considera de mal gusto.

La lebeda es mucho más nutritiva que la espinaca en todos los parámetros: contiene más proteínas, hierro, vitamina B1, calcio, fósforo, sin mencionar los minerales y ácidos esenciales. En defensa de esta mala hierba como planta de jardín, debo mencionar que la lebeda no interfiere con el crecimiento y desarrollo de las plantas cultivadas. El arbusto alegrará con su verdor hasta las primeras heladas.

¿Cómo preparar la lebeda?

Si comes lebeda con otras verduras, aliñando la ensalada con jugo de limón, los oxalatos que contiene no te causarán problemas. Se pueden comer tanto las hojas como los tallos. Cualquier receta con espinaca puede convertirse en una receta con lebeda. Su verdor se puede cocinar al vapor ligeramente o comer crudo en ensaladas.

Olla con huevo y lebeda

  • Media atada de lebeda
  • Una pequeña cebolla
  • 2 huevos
  • Una cucharada de mantequilla
  • Una cucharada de vinagre
  • 2 cucharadas de queso rallado
  • Sal y pimienta

Tortilla con lebeda

Vamos a cocinar en el horno, aunque también lo he probado en una sartén tapada. Lava las hierbas, corta la cebolla y sofríela, agrega un poco de vinagre, una cucharada de agua y las hojas de lebeda. Cocina las hojas un par de minutos.

Coloca las hierbas en una olla, rompe los dos huevos encima, espolvorea con queso y hornea durante 15-20 minutos.

Pesto con lebeda

Pesto con lebeda

  • Un manojo de lebeda
  • Queso rallado, aproximadamente un tercio de taza (preferiblemente curado)
  • Un tercio de taza de nueces (o piñones, si es posible)
  • Algo menos de media taza de aceite de oliva
  • 2-3 dientes de ajo
  • Una cucharada de jugo de limón
  • Sal y pimienta

Pesto con lebeda Pesto con lebeda

Pon todos los ingredientes en un procesador, tritura bien y guarda en un frasco en el refrigerador.

Me ha gustado mucho agregar lebeda a la chucrut hacia el final de la cocción, junto con ajo. Es delicioso mezclarla con carne picada para albóndigas o como relleno para empanadas.

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